Friday, July 13, 2012

Bienaventurados LOS QUE LLORAN, porque ellos serán consolados…


- Hay personas que tienen muchos sufrimientos en esta vida y todos pensamos ¡Pobrecito o pobrecita! Cristo nos dice: Feliz el que sufre, porque ese dolor bien llevado le ayudará a llegar más fácilmente al cielo. Si unes tu sufrimiento al de Cristo, ayudas a tu propia salvación y a la de tu familia.

3 pasos en eso de llevar el dolor:

1) Primero, hay que saber sufrir cualquier pena y dolor con paciencia. Aceptarlo todo con resignación. Las tribulaciones vividas producen resistencia. La resistencia produce el carácter probado. El carácter probado produce la esperanza. Y la esperanza no desilusiona.(Romanos 5:3-5)
2) Luego, trata de llevar los dolores ya sean pequeños o grandes “con gusto” o “con gozo”. Aceptarlo todo con gozo y alegría, porque con él purificas tu alma, te unes a Jesús en la cruz, le ofreces tu dolor a Dios porque le amas.
3) Finalmente, lo mejor es siempre ofrecer el sufrimiento a Dios, por amor. A fin de cuentas, Dios acomoda todas las cosas para nuestro bien y el bien de nuestros hijos.


Vamos formando a nuestros hijos para que sean santos. Esto no es una tarea
fácil. Dios nos llama a todos a ser santos. Debemos enseñar a los hijos a saber como resignarse a las penas y sufrimientos conforme van creciendo. Solamente así pueden aprender a fortalecer su carácter y su ser/alma interior. Cuando se enfrenten a situaciones más fuertes y dolorosas en sus vidas como jóvenes y adultos, no perecerán o darán su brazo a torcer (como dicen). Se mantendrán firmes en su caminar – teniendo a Jesús como su modelo.
¡su amor por nosotros es tan grande!

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