Bienaventurados LOS MANSOS porque ellos poseerán la tierra…

No es fácil entender como Cristo nos pide que seamos MANSOS, cuando el mundo puede verse violento…cuando para los hombres, el más importante es el más fuerte, el más poderoso… el que tiene más dinero, fama, educación, etc…

Ser MANSO significa ser bondadoso, tranquilo, paciente y humilde.

Alguien una vez me dijo que el ser manso no significa ser menso, el manso es suave por afuera pero fuerte en su interior, fuerte de convicción y recto en su caminar. El manso no se deja llevar por las apariencias...que muchas veces engañan.  

Poseerán la tierra... quiere decir que poseerán la “tierra prometida” que es el Cielo, o sea que llegarán a la celebración eterna en el cielo.

Debemos de ser conscientes de y recordarles a nuestros hijos:

Ø  a usar palabras buenas al hablar...a ser atentos y respetuosos en nuestras comunicaciones con los demás: en la escuela, en la calle, en todas nuestras acciones.

Ø  que de la manera en que nosotros nos comunicamos con el mundo, nos cuenta ante la mirada de Dios Padre. ¡Nuestro Padre Celestial lo ve y escucha todo! Si hablamos respetuosamente con todos, estamos demostrando respeto a Dios mismo (puesto que somos creados a la imagen y semejanza de Dios…)