Wednesday, May 1, 2013

Día 6 de mayo con el rostro de Maria

Si algo irradia el rostro de María, es serenidad. El rostro de la Nazarena, para nosotros, es afable, importante, y convoca a la fe porque, simplemente, se abrió sin reservas a Dios y aceptó la maternidad de Jesús.

Desde entonces, y han pasado muchos siglos, nuestros pueblos y ciudades, generaciones pretéritas y presentes de cristianos, la han visto como un modelo de referencia para vivir y compartir la misma fe en el Señor que, en María, fue sólida, profunda y verdadera.

¿Qué refleja el rostro de María? El deseo de ser Madre de Jesús.
¿Qué nos dice a nosotros? Que, sigue tan actual en Ella, como en aquel primer día, la indicación de Cristo: "ahí tienes a tus hijos"

En este mes de mayo, nos acercamos a María, porque sabemos que su rostro es una fuente de felicidad que emana de su corazón a DIOS. Un Dios vivo y palpitante por sus hijos.
Cuando uno tiene a Dios en su corazón, la paz y la armonía brotan. El rostro de María, en la Pascua, nos hace entender y comprender la alegría del Señor Resucitado.

Hoy, mirando a la Madre, tal vez escuchemos de sus labios: ¡ha merecido la pena sufrir por Cristo!
Demos la flor de nuestro agradecimiento a María. Ella es Madre espiritual de todos los que queremos avanzar en el conocimiento de los sentimientos de Jesús, de su vida y del compromiso cristiano en medio del mundo.


 

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