Cuando uno les da todo a los hijos que nosotros ansiábamos tener y no teníamos...no siempre es bueno. Esta forma de actuar es muy peligrosa para los niños. En primer lugar, porque no se les educa la voluntad. Es decir, no se les está educando en el dominio de sí mismos, lo que es imprescindible para que una persona pueda vivir la libertad y, por tanto, para poder ser capaz de amar.
A los hijos se les debe educar la voluntad propia para que puedan crecer en el dominio de si mismos...Cuando no educamos a los hijos en la exigencia personal, en el dominio de sí mismos, es hacer unos desgraciados a los niños. La voluntad es muy difícil de educar cuando uno ya es mayor y se da cuenta de que no hace lo que quiere por falta de fuerza de voluntad. Muchos terminan culpando a los padres de esa carencia. Y no sin razón.
Otra de las cosas que hace que esa forma de educar sea tremendamente negativa es que se les da a los niños lo que los padres mismos no tuvieron, pero no se les da lo que
sí tuvieron, que, probablemente, fue el pasar tiempo con sus
padres. Hoy en dia nos ocupamos con muchas cosas sin importancia y se nos olvida pasar tiempo juntos...
Lo que más desea un hijo es que sus padres estén con él, los dos, su padre y su madre. No se trata de darle todo, sino que te tenga a ti. No se trata de tiempo de calidad: creo que esta expresión en algún caso puede encerrar una falacia. Es decir, entender tiempo de calidad como estar con los niños haciendo cosas con ellos. En muchas ocasiones no debe ser así. Lo que necesitan los niños es estar en casa y estar haciendo sus cosas v saber que sus padres están ahí...cerca y proporcionando la seguridad de sentirse acompañados.
Sentirse seguros, sentirse queridos. Ya sé que esto algunas veces es difícil, habrá que dejar el golf, el tenis, reuniones sociales, etc... o lo que sea para estar con nuestros hijos. Para simplemente estar presentes con ellos.
Lo que más desea un hijo es que sus padres estén con él, los dos, su padre y su madre. No se trata de darle todo, sino que te tenga a ti. No se trata de tiempo de calidad: creo que esta expresión en algún caso puede encerrar una falacia. Es decir, entender tiempo de calidad como estar con los niños haciendo cosas con ellos. En muchas ocasiones no debe ser así. Lo que necesitan los niños es estar en casa y estar haciendo sus cosas v saber que sus padres están ahí...cerca y proporcionando la seguridad de sentirse acompañados.
Sentirse seguros, sentirse queridos. Ya sé que esto algunas veces es difícil, habrá que dejar el golf, el tenis, reuniones sociales, etc... o lo que sea para estar con nuestros hijos. Para simplemente estar presentes con ellos.
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