Saturday, November 10, 2012

mi presencia importa

Cuando los hijos están pequeños muchas veces ni pensamos en la necesidad de estar presentes como madres…porque no apartamos la vista de sus actividades día con día. Vivimos contemplando sus rostros cuando duermen; vigilando sus movimientos cuando aprenden a caminar y comienzan a desplazarse por su pequeño mundo…

Pues bien, al ir creciendo, importa aun más el estar presentes en sus vidas…aunque ellos no lo deseen así. ¿Por qué? Porque nuestra presencia (sin estar como policía o gendarme) les demuestra lo importante que ellos son también para nosotras. Les damos poco a poco la confianza que necesitan para formar una buena conciencia y hacer buenas decisiones al ir creciendo y madurando en su ser. Sin querer hacer las cosas por ellos…permitiendo que ellos mismos elijan sus actividades – pero manteniéndose conectados a las “reglas” del hogar. Si salen a pasear, importa mucho preguntar a donde van y con quien y dar una hora concreta para su regreso a casa. Si son adolecentes menores de los 18 años, es bueno que uno les lleve y traiga de los eventos a los que van.

Nosotras como madres, somos responsables no solo por la seguridad de nuestros hijos, sino que también por el mantenimiento de sus virtudes. Dios nos va a pedir rendirle cuentas cuando lleguemos al final del camino. ¿Qué le vamos a decir? ¿Qué le vamos a entregar con lo que nos ha “prestado” en los hijos?

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