El Día
de Todos Los Santos es una fiesta religiosa que se celebra en muchos países de
fe cristiana. Esta instituida en honor a los Santos, conocidos y desconocidos.
Se celebra el 1º de noviembre y
en varias naciones es un día feriado no laborable. Fue el Papa Gregorio IV
quien ordenó en el año 835, que el mundo cristiano honre a todos los santos del
cielo en esta fecha. Se cree que Gregorio IV eligió el 1 de noviembre porque
coincidía con una de las cuatro grandes fiestas de los pueblos germanos. La
Iglesia llama “Santos” a aquellos que se han dedicado su vida a seguir el
ejemplo de Jesucristo y han sido “canonizados”, o sea declarados oficialmente
santos por el Sumo Pontífice. Por su intercesión se han conseguido admirables
milagros, y porque después de haber examinado minuciosamente sus escritos y de haber
hecho una cuidadosa investigación e interrogatorio a los testigos que lo
acompañaron en su vida, se ha llegado a la conclusión de que practicaron las
virtudes en grado heroico.
La vigilia del Día de todos los
Santos coincide con la celebración pagana de Samhain el 31 de octubre, ahora
llamado Halloween (nombre que proviene de la frase “All hallow’s Eve” o
“Víspera de Todos los Santos”), que marcaba el final del año celta. En esta
fecha no tiene nada que ver con la fiesta cristiana de Todos los Santos.
Pedimos a todos los santos que intercedan por nosotros en nuestras necesidades de este mundo.
Conferencia Episcopal de Uruguay
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