1.- Hablar más acerca de una búsqueda de pureza en vez de hablar
sobre la virginidad y la abstinencia. La virginidad y la abstinencia son buenas
y virtuosas, pero no llegan a la meta deseada. Tenemos que equipar a nuestros
hijos para una búsqueda de toda la vida, llena de gracia, donde el poder del
Espíritu Santo nos da la pureza para vivir como hijas e hijos de Dios. Los
padres e hijos por igual, somos llamados a proseguir una vida santificada y
pura.
Nuestra meta para los hijos
debe ser vivir una vida de pureza, no sólo el evitar las relaciones sexuales
hasta la noche de bodas. Vivamos
dando buen ejemplo a los hijos/hijas.
2.- Invite preguntas difíciles y fomente el diálogo difícil. Deje que sus hijos sepan que pueden preguntar cualquier cosa. Si se trata de una palabra que escuchan o una frase que no entienden, asegúrese de que sientan que tienen permiso para venir a usted para una respuesta sin temor a la vergüenza o al castigo. Conviértase en su persona de confianza cuando se trate sobre el tema del sexo.3. - Buscar y aprovechar "momentos de enseñanza". Estos "momentos" se producen todos los días, ¡probablemente cada dos minutos si estamos buscándolos! Ya se trate de una canción en la radio, un comercial en la televisión, o algo de la última moda, hable con sus hijos acerca de esto para reconocer si encaja según el plan y propósito de Dios. No olvide incluirse en la situación. "Yo no necesito ver ese anuncio, ya que degrada a las mujeres" esto hace una declaración saludable y muy positiva para su hijo o hija. Diga cosas de manera positiva para le entiendan desde la perspectiva digna del ser humano y no criticando – así le van a escuchar con corazones abiertos a la verdad que procede de Dios.
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