El Genio Femenino

"El ritmo frenético de la vida moderna puede llevar a un oscurecimiento o incluso una pérdida de lo que es verdaderamente humano ... Tal vez más que en otras épocas de la historia, nuestro tiempo está en la necesidad de aquel genio que pertenece a las mujeres, y que puede asegurar la sensibilidad por los seres humanos en todas las circunstancias. "

 - El Beato (Papa) Juan Pablo II

El uso de la palabra

¿Cómo me dirijo con la gente al hablar?
¿Uso palabras bonitas que inspiran y levantan el ánimo?
¿Uso pocas palabras para no aumentar los ruidos que me rodean?
¿Procuro mantener el silencio y hablar únicamente cuando es necesario y mi obligación hablar?

Debo recordar que cada persona que me encuentre hoy en mi caminar es la imagen viva de Dios. Mi esposo, mis hijos, mi jefe en el trabajo, la gente que va manejando y caminando a mí alrededor, las personas con quien vaya a hablar por teléfono, etc.… Así, me es menos difícil portarme de manera cordial, respetuosa y a la vez asertiva. Jesucristo mismo hablaba de manera ilustrando con sus palabras que permitían a los oyentes entender sin sentirse menos u ofendidos. Jesús, siendo Hijo de Dios, no se portaba de manera altanera o creído. El siempre nos muestra un comportamiento dócil, atento, humilde y tranquilo.

Me voy a encomendar a mi compañero del alma en este día y cada día que amanezca con vida…Le voy a pedir a Jesús, que me ayude a producir palabras que ayudan e inspiran, y a usar un lenguaje vivo, sano, atento y compasivo. Que mis palabras surjan de mí (ser) con tonos tranquilos, para que produzcan confianza y animen a las personas con quien hoy tenga el privilegio de hablar. Que mis palabras edifiquen y den vida. Así sea. Amén.

Como sanar el pasado...

Me levanto este dia pensando en las heridas causadas a mis hijos....

El pasado o más bien dicho, mi historia, necesita sanar de toda herida, dolor, resentimiento, etc...para que mis hijos (al igual que mi esposo) puedan sanar las "cortaditas" que su vivir les va trayendo.

Entre más chiquitos nuestros hijos, más chiquitas las cortaditas o dolores...pero a veces se vienen traumas fuertes. Entonces, ¿qué hacer para poder sanar…todos?

Le dedico este dia a Dios. Le traigo todo, a los pies de la Cruz de su Hijo Jesús. Le suplico con corazón sincero y arrepentido…que sane, purifique y sostenga los corazones de mi familia: esposo e hijos…

El pasado – ya pasó…ya no es…
El futuro – aún no existe…no me toca angustiarme ni de pensarlo...

El presente – es mi todo…entregado a Dios completamente (sin quererlo controlar)…trae consigo múltiples bendiciones y gracias.

Esto es suficiente para mi en este dia. Dios es amor. Donde hay amor, hay unidad en familia. Amemos a nuestros hijos…Dios se encarga de hacer los ajustes necesarios.