Manos a la obra

Como ser una madre hábil y una educadora a la vez…
1.- hablar claramente sobre los objetivos e intenciones para los hijos

2.- fortalecer nuestra propia fe

3.- mantenernos como buenos compañeros/as y rodearnos de otras personas que compartan los mismos valores.

4.- cuidar nuestro lenguaje. La forma como hablamos de nosotras mismas. Cuando hablamos positivamente de nuestros deberes, los hijos se animan mucho también. Ejemplo: “vamos a dar gracias y alabar a Dios con nuestros vecinos y amigos”. En lugar de decir algo como: “vamos hijos, tenemos que ir a la iglesia”.

5.- preguntar a los hijos sobre sus esperanzas, deseos y acerca de la espiritualidad y la vida.

6.- pedir ayuda a Dios. La oración siempre es muy eficaz para nosotras como madres.

¿Qué genera un matrimonio duradero y feliz?

Las cualidades que una pareja debe tener y/o fortalecer a fin de salvar o de mejorar su matrimonio incluyen:

ü  estilos positivos de comunicación,

ü  expectativas basadas en la realidad,

ü  actitudes comunes respecto a los asuntos y creencias importantes, y

ü  un alto grado de compromiso personal.

Lo que complementa el compromiso personal es la necesidad de “un compromiso con el matrimonio que esté basado en normas”. [1] Esto significa apoyar la maternidad, una apertura a los hijos y la creencia que el matrimonio es para toda la vida. Estos compromisos dan como resultado un alto grado de intimidad y de felicidad conyugal.

Nuestros hijos se fortalecen y crecen con integridad cuando los esposos y padres de familia vivimos forjando cualidades que ellos sepan imitar en sus propias vidas (y matrimonios).

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[1] Seeking a Soulmate: A Social Scientific View of the Relationship between Commitment & Authentic Intimacy, Bradford Wilcox, Ph.D., Institute for American Values

 

Vamos a crecer juntos

 

 

Hoy comienza mi caminar de 40 dias
cuando voy a fortalecer mi poca cosa

por medio de la grandeza de Dios...

Voy a vivir dias dificiles...
voy a vivir penas y gozos en un solo respirar...

me voy a dejar llevar de la mano de mi Padre.

 

Mi Padre sabe bien el camino que me espera...
Llevo a mi esposo y a mis hijos conmigo.

Juntos y en familia...vamos a vivir estos dias

preparandonos para exaltar la Gloria de Dios...

todo es gracia

Me levanto el día de hoy dando gracias a Dios porque respiro y tengo vida…
¿Acaso es suficiente respirar y decir que tengo vida?

Recuerdo cuando sufrí un accidente de automóvil hace 12 años, que me parte la vida en dos. Mi esposo e hijos sufrieron en grande por causa de mi accidente, también. Toda nuestra vida en familia cambió por completo. Cada amanecer era un gemir a Dios por todos los dolores que mi cuerpo sufría al tratar de recuperarse de lo quebrado y sufriente…Lloraba y lloraba como una niñita porque era todo lo que podía hacer. Mi esposo y mi familia me trataban de ayudar…pero no sabían ni por dónde empezar…porque lo quebrado lo tenía que vivir yo solita entregada por completo a Dios. Dios fue quien pudo sanarme de cuerpo y alma.

Cada momento de nuestras vidas, Dios permite que vivamos o experimentemos de todo. Quiero decir que si uno en verdad entrega la vida entera a nuestro Creador; Dios nos forma de una manera buena y con gran delicadeza. Como buenos hijos, nosotros obedecemos, pero muchas veces nos vamos en contra de nuestro Padre…y es por esto que caemos en dolores y pecado.

Desde aquel momento que creía casi morir…Dios me bendice continuamente, porque todo es gracia.

Cada amanecer digo gracias porque vivo entregada a Dios…y Dios Espíritu Santo vive en mi…

La meta principal de mi vida es...

Dar siempre gloria a Dios, en todo…

Como mujer, esposa y madre (les recuerdo que soy hija, hermana y trabajadora...también) mi primordial atención siempre debe estar para con mi esposo y mis hijos.

Cuando me caso, mi llamado/vocación es el matrimonio.
Muchas veces me descuido de ponerle atención a mi marido/esposo…y por lo tanto, sufre un poco de abandono nuestra relación intima y amorosa. Como muchas cosas que nos ocupan en nuestro diario caminar, una ocupación principal como mujer casada y ama de familia…es el de orar, atender y dedicarme por el bienestar espiritual de mi esposo (y de mis hijos…en tal orden).

¿Es fácil? Por supuesto que no lo es. Si fuera fácil, no habría tantas familias desunidas, descuidadas y sufriendo sin amor. El mundo presenta una ‘cara’ diferente. Los anuncios por todas partes nos dicen que nuestro valor viene de las cosas mundanas, sin Dios. Nuestro ‘valor’ como persona tiene que ver con todo menos la razón principal por la que fuimos creados “a la imagen y semejanza de Dios”…
 
Si mi meta en la vida es de siempre dar gloria a Dios en todo…
Me propongo, cada día pedirle a Dios en oración que llene mi corazón de Su amor infinito (y que llene el corazón de mi esposo y los corazones de mis hijos) para poder amar como Dios mismo ama…solamente así, podremos llegar unidos a nuestra meta final: vivir perpetuamente en eterna y dulce felicidad, dando siempre ¡¡¡GLORIA a DIOS!!!

4 características que fortalecen la familia

4 características que fortalecen la familia y contribuyen al desarrollo de jóvenes e hijos comprometidos...
1.- armonía entre los padres
2.- comunicación efectiva
3.- sabio control de los padres
4.- la crianza que nutre y es motivadora de los padres

Punto #1.- ¿Me llevo bien con mi esposo? ¿Nos tratamos con respeto y amor?

Punto #2.- ¿Me hago entender con claridad y hablo con mi esposo e hijos de manera amable y con cortesía?

Punto #3.- ¿Exijo que en mi familia nos comuniquemos con la verdad? Si los hijos piden permiso para salir o hacer cosas fuera y dentro del hogar… ¿les exigimos que nos digan siempre la verdad? ¿A dónde van? ¿Con quién van? ¿Si son menores de edad…habrá supervisión de padres de familia?

Punto #4.-  Siempre debemos afirmar a los hijos cuando eligen hacer cosas buenas. Debemos fijarnos más en las cosas buenas que hacen…y dedicar tiempo en oración como familia. Así, Dios puede hacernos capaces de escoger lo bueno y no caer en las cosas y compañías malas.